jueves, 21 de noviembre de 2024

ИÚMEROƧ

“Hay mentiras, grandes mentiras… y estadísticas”. Mark Twain.

El domingo pasaron las elecciones nacionales, en lo que -finalmente- terminó siendo, como era previsible, la primera vuelta de este largo proceso electoral comenzado el 30 de junio y que finalizará recién el segundo domingo de mayo, con las elecciones departamentales y municipales.

La del domingo fue una jornada de fiesta, tal y como es tradición en el país. Más allá de las diferentes opiniones políticas, las jornadas electorales se viven en un clima de sano fervor democrático, de alegría, de compromiso cívico.

Espíritu que, lamentablemente, las redes sociales no reflejan…por el contrario, las redes (y me hago cargo de lo que me toca) se han convertido en terreno de disputa, no político, sino de generación/creación de “realidad”. De realidad en el sentido de forzar y torcer los hechos, o la interpretación de los hechos, de forma tal que se acomoden a la ideología de quien publica o comenta. Porque sí, lamento decirles a los lectores, que todos tenemos ideología, entendiendo esa palabra como poseer una cosmovisión del mundo, una forma de ver e interpretar la realidad.

Lo increíble, y la muestra más evidente hasta donde ha llegado esta necesidad, casi patológica, de crear realidad desde posteos en redes sociales, es el uso, cuando menos curioso que decenas de dirigentes y votantes blancos y colorados han hecho de los resultados oficiales de la elección.

En general los números y las matemáticas dan apariencia de rigor, de solidez, de contundencia. Cuando alguien expresa argumentos, y le agrega cifras, en general tendemos a leer con otra atención lo que se dice, porque las palabras son -relativamente- fáciles de replicar; pero los números imponen otro respeto, otro cuidado. No es para andar payando así nomás.

Sin embargo, en estos tiempos de post-verdad parece claro que no es tan importante la solidez ni la seriedad con la que se presentan las cifras, sino la capacidad de manipularlas a gusto e interés de parte interesada.  O sea, hay gente que con tal de generar un relato afín a sus intereses/visión del mundo, son capaces de manipular números sin que se les caiga la cara de vergüenza.

Esto es lo que viene sucediendo desde el lunes, cuando ya las cifras del escrutinio primario estaban listas.

Según los datos brindados por la Corte Electoral, el Frente Amplio fue el partido más votado de la noche, con un total de 1.058.625 votos, seguido por el Partido Nacional con 644.638, y luego el Partido Colorado con 385.962 votos. Con estos resultados a la vista, la misma noche del domingo se supo que el Frente Amplio obtenía la mayoría en la Cámara de Senadores (16) mientras que obtiene la mayoría relativa en Cámara de Representantes (48) aunque si se sumaran los diputados electos por todos los partidos políticos que integran la actual coalición de gobierno, tendrían un diputado más (49) Los otros dos diputados fueron obtenidos por el partido Identidad Soberana, del tan pintoresco como polémico Gustavo Salle.

En Rocha, el panorama es similar: el FA obtuvo 22.889 votos, luego quedó el Partido Nacional con 17.749, y en tercer lugar el Partido Colorado con 10.024. Con estos resultados, y vista la distribución de votos dentro de cada partido, ya se sabe que los dos diputados electos por el departamento son los ex-Intendentes Aníbal Pereyra y Alejo Umpiérrez.

Listo. No debería haber más polémica…

Sin embargo, con el correr de las horas, una cantidad no menor de votantes, militantes y dirigentes blancos (y alguno colorado) comenzando por el propio Umpiérrez, y siguiendo con varios directores de la Intendencia, empezaron a compartir en sus redes sociales que en realidad el partido ganador de la noche del domingo no había sido el Frente Amplio, sino la “Coalición Republicana”

Para justificar su argumentación, presentaban un cuadro, en el que sumaban los votos que corresponderían a la coalición de gobierno, si en el total del país y en cada departamento la Corte Electoral asignara los votos de los partidos Nacional y Colorado, de Cabildo Abierto, del Partido Independiente y del partido de Lust…

El problema es que como no existe ningún lema llamado “Coalición Republicana”, la Corte Electoral, que es el organismo encargado de todas las funciones en materia de elecciones en el país, desde organizarlas hasta contar los votos y asignar las bancas respectivas, no le asigna voto alguno. Como debe ser. Para que un lema (es la forma legal de llamar a los partidos políticos) sea contabilizado por la Corte Electoral, y le asigne bancas, debe estar registrado, contar con autoridades, tener una carta fundacional, programa de gobierno, y haber pasado por las elecciones internas

Que me facilite el ex Intendente Umpiérrez, o cualquiera de las personas que están tan convencidas del “triunfo” de la “Coalición Republicana”, todos esos datos… si es que existen. ¡Y más que a mi a la Corte Electoral! Los espero tomando mate, hasta mayo de 2025, si es necesario.

La actitud, no tanto de los militantes, pero si de los dirigentes que fogonean y comparten este tipo de contenidos, es profundamente mezquina al intentar desconocer la muy buena elección que tuvo su principal adversario electoral. Porque quiero creer que en nuestro país de geografía suavemente ondulada, seguimos siendo adversarios, y no enemigos…

Y además de mezquina, resulta infantil. Se comportan como esos niños que van al campito a jugar un picado, y si  no los eligen en el equipo que quieren, o en el lugar que quieren, enojados y frustrados, furiosos, patean la pelota lejos.

El domingo pasado se pusieron a consideración dos plebiscitos. Como se sabe, ninguno de ellos obtuvo las mayorías necesarias como para ser aprobado. Uno obtuvo 947.706 votos y el otro 935.029. Pues bien, imaginen que a alguien se le ocurriera la peregrina idea que los votos entre ambos fueran acumulables… Con ese “razonamiento” (por llamarlo de alguna forma) habrían superado 1.800.000 votos, y habrían sido aprobados. Suena bastante ridículo, ¿no?

Pues así de ridículo resulta adjudicarle votos y querer hacer pasar como ganador a un lema electoral inexistente.

No es solamente ridículo, es intelectualmente deshonesto, y si me apuran hasta tiene tics anti-democráticos. Porque resulta antidemocrático pretender robarle, aunque solamente sea desde lo simbólico y restringido a su universo de seguidores, fieles y obsecuentes, un resultado electoral al adversario.

Rodrigo Tisnés

Escritor rochense, nacido en 1979. Actualmente se desempeña como profesor de Inglés en Secundaria y UTU. Fue columnista en El Este entre julio de 2001 y agosto de 2004, y nuevamente desde julio de 2020. Hizo radio en Navegante FM (Autopista al Infierno) de julio de 2011 hasta diciembre de 2012, y luego en FM Boedo de Buenos Aires en los años 2017 y 2018. A su regreso a Rocha estuvo como panelista en ‘No es un día más’ y ‘La Guillotina’. En 2014 publicó su primera novela «Jesús de Valizas».

2 comentarios en “ИÚMEROƧ”

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