Estamos a pocos días del 8 de marzo, fecha en que se conmemora el Día Internacional de la Mujer. Como sucede desde hace ya varios años, será una jornada para reconocer todos los logros obtenidos en la construcción de una sociedad cada vez más libre e igual en derechos reales y formales, pero también para reflexionar acerca de los problemas que siguen siendo urticantes (como la violencia) y cuestionar aquellos aspectos en los que se haya podido retroceder.
La lucha de las mujeres por la igualdad en derechos y reconocimientos con nosotros los varones, ha sido larga, angustiosa y repleta de reveses, de avances y retrocesos, de discursos prometeicos y actos canallescos.
La literatura, como todo el vasto campo cultural, no escapa a esta situación. Por el contrario, tal vez sea la disciplina artística que con mayor claridad nos permita ver los avances notables que las mujeres han tenido a o largo de la Historia.
Hoy en día, cuando las escritoras parecen haber tomado por asalto todas las almenas del mundo literario, desde los concursos hasta la presencia en foros y festivales, es necesario recordar que hasta hace bien poco esto no era así; y que, por ejemplo, entre los 120 escritores galardonados con el Nobel de Literatura, tan solo 17 han sido mujeres… de las cuales casi la mitad (8) lo han sido en este siglo
- Safo (siglo VI A.C): esta poetisa de la antigua Grecia, está rodeada de un aura mítica, ya que si bien se sabe de su existencia, se cuenta con escasísimos registros biográficos de su vida y obra, de la que se estima, ha sobrevivido menos del 10%. Es la única escritora del mundo antiguo cuyo nombre ha trascendido las fronteras del tiempo. En la Grecia clásica (unos dos siglos después de su tiempo) fue incluida en el listado de los “9 poetas líricos”, siendo la única mujer del grupo, y Platón se refirió a ella como “la décima Musa”. Su influencia va mucha más allá de la escritura, ya que de su nombre y el de su isla de nacimiento, Lesbos, ya que las palabras “safismo” y “lesbianismo” son sinónimos de homosexualidad femenina. Esta vinculación deriva de la interpretación de sus poemas.
- Murasaki Shikibu (Japón, 978-1014): uno de los graves problemas que adolecemos al pensar en cualquier tipo de canon, es que nos enfocamos en lo que conocemos, más o menos de primera mano. Pero el mundo es mucho más vasto que lo que existe en el mundo occidental. Esta escritora japonesa es considerada la autora de la primera novela de la historia, cuando aun faltaban 300 años para que en Italia, Bocaccio escribiera El Decamerón. Conocida como La novela de Genji, ya que la autora no la tituló, la historia narra la vida del príncipe Genji, desarrollada a lo largo de 54 capítulos, en los que recorre su vida amorosa, su lucha por recuperar el poder, y el destino de sus descendientes. Es considerada una obra maestra de la literatura japonesa, y es estudiada y analizada desde hace casi 1.000 años en ese país.
- Sor Juana Inés de la Cruz (México, 1648-1695): Safo fue la primera, pero no la última mujer en ser incluida en el listado de musas. Muchos siglos después, Sor Juana Inés de la Cruz también sería llamada “la Décima Musa”. Si bien su producción más consistente y conocida es como poetisa, también es muy relevante su aporte en el género dramático, e incluso escribió algunas obras en prosa. Habiendo sido una pionera de las letras en América Latina, desde 1992 el Estado mexicano ha instituido el Premio Sor Juana Inés de la Cruz, que distingue la excelencia en la escritura en idioma español, de mujeres latinoamericanas.
- Mary Wollstonecraft (Inglaterra, 1759-1797): pionera en el más puro sentido de la palabra, Wollstonecraft fue una de las primeras mujeres en lograr vivir como escritora, en un tiempo en que muy pocas personas podían sobrevivir trabajando como escritoras… y mucho menos las mujeres. Escribió literatura infantil, cuentos, novelas, ensayos, y hasta un relato de viajes. Su obra más conocida, Vindicación de los Derechos de la Mujer (1792) un ensayo en el que defiende la igualdad intelectual entre el hombre y la mujer, y por tanto el derecho de estas a recibir la misma educación que los varones desde temprana edad, sirvió como una de las piedras fundamentales del primer feminismo.
- Mary Shelley (Inglaterra, 1797-1851): hija de Mary Wollstonecraft (quien falleció poco después debido a complicaciones post-parto) es una de las escritoras más influyentes, no solo en lengua inglesa, sino en todo el mundo. Recordada especialmente por su novela Frankenstein, o el moderno Prometeo, una obra maestra del terror gótico, el texto sigue siendo referencia ineludible de los géneros de terror y ciencia ficción. En Frankenstein, Shelley explora temas profundos, como los límites de la ambición humana, los límites entre ciencia y ética, la soledad, la naturaleza humana, la identidad y el poder.
- Harriet Beecher Stowe (EEUU, 1811-1896): ¿Quien?… detrás de ese nombre inidentificable, se encuentra ni más ni menos que la autora de La cabaña del tío Tom, aun hoy una de las novelas más populares de los EEUU y todo un clásico de la literatura. Feminista y abolicionista, en tiempos en que en su país las mujeres no podían votar y la esclavitud era legal, en 1852 Harriet publicó su novela más conocida, un profundo y duro alegato abolicionista, que se convirtió en la novela más vendida en su país en el siglo XIX. Se dice, que cuando en 1862, Harriet se encontró con el entonces Presidente, Abraham Lincoln, en plena Guerra Civil, éste le dijo: “¡Así que usted es la pequeña mujer que escribió el libro que inició esta gran guerra!”.
- Emily Bronte (Inglaterra, 1818-1848): hermana de las también escritoras Charlotte y Anne, Emily es considerada la más talentosa de las tres. Su única novela, Cumbres Borrascosas, publicada con el seudónimo masculino “Ellis Bell” para sortear las dificultades que tenían las mujeres para publicar en esa época, está considerada como uno de los clásicos de la literatura inglesa; aunque originalmente fue desdeñada por la crítica, debido a la estructura innovadora del texto, que los desconcertaba al leerla. En el siglo pasado y el actual, la novela ha sido adaptada para cine y televisión en numerosas ocasiones, e incluso para algunas telenovelas y un musical.
- Selma Lagerlof (Suecia, 1858,1940): tal vez no lo hubiese necesitado, pero cuando en 1909 se convirtió en la primer mujer galardonada con el Nobel de Literatura, Selma Lagerlof definitivamente alcanzó la inmortalidad. La Academia Sueca la premió “en reconocimiento al altivo idealismo, la vívida imaginación y la percepción espiritual que caracterizan a todas sus obras”. Anteriormente, su candidatura al Nobel había sido vetada 5 veces por el Secretario de la Academia Sueca de Letras, quien consideraba que las mujeres pudieran ser tan buenas escritoras como los varones. Fue, además, maestra, militante por el derecho al sufragio femenino, y en sus últimos años utilizó su influencia para dar refugio en el país a escritores judíos que escapaban del régimen nazi, incluida la también ganadora del Nobel, Nelly Sachs.
- Virginia Woolf (Inglaterra, 1882-1941): podría decirse que Virginia Woolf es la Borges de las escritoras, o mejor dicho, Borges sería el Woolf de los escritores. El paralelismo es válido ya que si bien ninguno de los dos obtuvo el Premio Nobel, la literatura de ambos y su influencia en nuevas generaciones de escritores ha sido muchísimo más influyente que la de autores, hoy olvidados, que alguna vez obtuvieron el premio. Woolf escribió novelas, cuentos, obras de teatro, ensayo, y poesía; pero fue, sobre todo, una innovadora: su uso del flujo de conciencia como técnica narrativa fue a la vez, pionero y magistral. Podría haber escrito solamente La señora Dalloway, y ya le bastaría para encontrarse en la cima del Parnaso de las musas de carne y hueso, pero luego sumó la onírica y provocadora Orlando, y la experimental Las Olas. Su frase “Una mujer debe tener dinero y una habitación propia si va a ser escritora”, publicada en el ensayo Una habitación propia, la transformó en un ícono de la segunda ola del feminismo.
- Gabriela Mistral (Chile, 1889-1957): contemporánea de la uruguaya Juana de Ibarbourou y la argentina Alfonsina Storni, en 1945 la poeta chilena se convirtió en la 4a mujer en obtener el Nobel de Literatura y la primera en Latinoamérica. Ademas de su faceta como escritora, fue maestra, docente y diplomática, siempre comprometida con los problemas sociales de su época, especialmente la educación infantil, el reconocimiento de las culturas indígenas, y la igualdad de derechos entre hombres y mujeres.
- Agatha Christie (Inglaterra, 1890-1976): esta escritora inglesa demostró dos cosas: que las mujeres pueden escribir tan buenas novelas policiales como los varones, y que se puede escribir buena literatura y ser popular. Creadora de personajes célebres, como el investigador Hércules Poirot y la adorable pero sagaz Señora Marple, en total publicó 66 novelas policiales, 6 románticas y 14 cuentos. No se sabe con certeza, pero el total de sus ventas alcanza, al menos, los 2.000.000.000.000 de libros vendidos, siendo considerada la autora de mayor venta de la Historia, y solo superada por un tal Shakespeare… siendo ellos los únicos autores en superar los mil millones de libros. Otro récord que posee es el de traducciones, con ediciones en -al menos- 103 idiomas.
- Simone de Beauvoir (Francia, 1908-1986): más conocida por su rol de filósofa y pensadora, de Beauvoir fue una intelectual de casta, sólida y comprometida con diversas causas, especialmente con la igualdad de derechos entre mujeres y varones. Menos conocida es su faceta de novelista, pero en 1954 su novela, Los mandarines, obtuvo el Premio Goncourt, el más prestigioso en lengua francesa. Otra de sus obras, el ensayo El segundo sexo, donde afirma “No se nace mujer, se llega a serlo”, diferenciando lo que es el sexo biológico de los roles de género, sentó las bases del feminismo de la segunda ola.
- Ida Vitale (Uruguay, 1923-): la única uruguaya de éste listado. Su extensa trayectoria literaria comprende más de siete décadas, y su poesía es sensible y lúcida, intimista y naturista. Más que fluir como un río, es sutil y libre como el aleteo de una mariposa. Única sobreviviente de la famosa Generación del 45’, integrada entre otros por Mario Benedetti, Idea Vilariño, Carlos Maggi, Ángel Rama, Emir Rodriguez Monegal, Carlos Real de Azúa, y Armonía Sommers. En 2018 se convirtió en la primera escritora uruguaya, y la segunda después de Onetti, en obtener el Premio Cervantes, el más importante de las letras en español.
- Ursula K Le Guin (EEUU, 1929-2018): esta escritora norteamericana fue a la ciencia ficción y la fantasía, lo que Agatha Christie al género policial. Considerados géneros “típicamente” masculinos, a lo largo de una carrera de sesenta años, Ursula K Le Guin desmontó total y completamente ese mito. En 1969 se convirtió en la primer mujer en obtener los premios Hugo y Nébula, algo así como el Nobel y el Oscar de la literatura de ciencia ficción.
- J.K Rowling (Inglaterra, 1965-): junto a Ida Vitale, una de las dos autoras vivas de este listado. Decir J. K Rowling es referirse, casi inmediatamente a la saga de libros protagonizada por Harry Potter, que después fue exitosamente adaptada al cine. Inicialmente vista como literatura infantil, en realidad, a medida que la saga avanza y sus protagonistas crecen, la historia se torna más y más lúgubre, sin llegar a caer nunca en la morbosidad. La genialidad de la obra de Rowling se encuentra en como tomó elementos del folklore y la cultura popular, y con magia propia de antiguos alquimistas, generó un universo nuevo, con reglas coherentes y precisas. Por si fuera poco, con más de 350 millones de ejemplares vendidos, se encuentra tercera en la lista de autores con mayor número de ventas, sólo por detrás de Shakespeare y la nombrada Agatha Christie.