El valor del diálogo y la participación ciudadana en la gestión pública
Aníbal Pereyra destacó en una reciente entrevista en la Rueda del Café del Nueve de Rocha la importancia de generar un gobierno cercano a la gente, donde el diálogo y la escucha sean pilares fundamentales. Según él, nadie puede lograr grandes cambios en soledad; mejorar el lugar donde vivimos es el resultado del esfuerzo conjunto entre la administración y los ciudadanos.
En su reflexión, Aníbal subraya la necesidad de aprender de los errores, señalando que si bien estos son inevitables, el aprendizaje constante permite evitar la repetición de los mismos. «El andar caminando en la calle te enseña mucho», afirmó, haciendo hincapié en cómo el contacto directo con los vecinos ofrece soluciones que a veces no se contemplan desde las oficinas de gobierno.
Durante su relato, compartió una anécdota sobre un proyecto de obra pública en un barrio, donde se reunió con los vecinos en la sede del Club Atlético Lavalleja. En esa reunión, a pesar de la detallada explicación técnica del director de obra, los vecinos comenzaron a señalar aspectos que les preocupaban. Aníbal admitió que, en un primer momento, su reacción fue defensiva, pero luego comprendió que escuchar a quienes llevan viviendo años en el barrio era fundamental. «Es la casa de ellos, es la obra de ellos», enfatizó.
Esta experiencia le enseñó que, si bien los profesionales aportan conocimientos técnicos, los vecinos aportan vivencias que son igual de valiosas. Así, decidió incorporar estas voces en la planificación y ejecución de las obras, recorriendo los barrios y presentando el presupuesto disponible de manera transparente. «La gente empezaba a participar y muchas veces lo que decía el vecino era acertado o estaba muy cerca de la solución», concluyó.
Este enfoque basado en la participación activa de la comunidad y la transparencia en el uso de los recursos públicos es, para Aníbal, la clave para una gestión eficiente y cercana a la realidad de los ciudadanos. Su mensaje es claro: gobernar no es solo tomar decisiones desde un despacho, sino construir junto a la gente, escuchando sus preocupaciones y aprovechando sus conocimientos locales.
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