Es un verdadero placer tener la oportunidad de encontrarme nuevamente en este maravilloso teatro. Estoy muy contento de regresar, realmente muy contento. Recuerdo que esta es la quinta vez que me presento aquí, y la primera vez fue en 2015. Fui invitado por Rotarak para un evento benéfico destinado a recaudar fondos para una causa que no recuerdo exactamente cuál era, pero fue un momento muy especial para mí.

En aquella época, mi carrera apenas empezaba a despegar. Casi nadie me conocía, excepto mi familia y los chicos de Rotarak. Hacer un espectáculo en un teatro tan grande y hermoso fue toda una experiencia. Aún recuerdo cómo me sentí ese día, porque fue cuando me di cuenta de que había encontrado una profesión que amaba: hacer reír a la gente. Aunque todavía no hacía videos en las redes sociales y era poco conocido, esa noche me fui con la sensación de que el teatro estaba lleno de personas con ganas de reír, y tal vez algún día podría convertir esto en un trabajo profesional. ¡Y qué maravilloso es poder hacer algo que amas como trabajo y hacerlo con pasión!

Sin duda, tener un trabajo que te gusta es un privilegio que no se trata solo de suerte, sino de dedicación y esfuerzo diario. Tienes que trabajar constantemente para escribir chistes, generar contenido y crear videos que hagan que la gente tenga ganas de comprar una entrada cuando anuncias una función. Pero, por otro lado, ¿qué mejor plan que salir a reír? Si piensas en cómo planificar tu día y decides ir al gimnasio, ver una película o comprar una entrada para un espectáculo cómico, estás planificando reírte. Eso no tiene competencia.

Siempre pienso que cuando llega el viernes o el sábado, después de una semana agotadora llena de trabajo, problemas y todo tipo de cosas, necesitamos ese momento para desconectar. Todos necesitamos en nuestra vida un momento de «bagués», un momento para no hacer nada. Y puedo demostrarlo con cosas que todos hacemos. Por ejemplo, cuando se termina el rollo de papel higiénico en el baño, ¿qué haces? ¿Simplemente pones uno nuevo en el soporte en la pared? ¡No! Lo pones ahí, en el soporte, y el cartoncito vacío… ¿lo tiras a la basura? ¡Tampoco! Lo dejas ahí, en caso de que a alguien le guste limpiarse con cartón. Sí, sé que suena extraño, pero sobre gustos no hay nada escrito. ¡Quizás haya personas a las que les guste más rugoso!

En fin, la risa es belleza. Y es como esas personas que calientan canelones en el microondas. El objetivo es calentarlo, pero al final, termina siendo una deliciosa broma. Así que, disfrutemos de esta noche llena de risas y buenos momentos.

El Vigía.