En el diálogo, Tisnés y Altier coincidieron en calificar a «Cien años de soledad» como «una novela total», que combina creación e interpretación de la realidad. Resaltaron su comienzo, que crea el mundo de Macondo, y su final, con la desaparición del pueblo, otorgándole un carácter «muy bíblico».
Profundizando en el contenido, vincularon la obra con la historia de Colombia y América Latina. Por ejemplo, señalaron el episodio de la masacre de las bananeras, que el propio García Márquez calificó como un «olvido por decreto». También mencionaron la representación de las guerras civiles en la región y el dominio ejercido por las compañías fruteras extranjeras.
En cuanto a aspectos literarios, abordaron la creación del realismo mágico y cómo García Márquez logra contar situaciones extraordinarias con gran cotidianeidad. Asimismo, elogaron la galería de personajes, desde los fundadores de Macondo hasta figuras recurrentes como Melquíades. Por último, recomendaron enfáticamente la lectura de la novela e incluso el visionado de adaptaciones audiovisuales para introducirse en su universo.
El Vigía.
