Guillermo May abrió el marcador, pero el local lo dio vuelta con dos tantos en el segundo tiempo.

Luego del triunfo 2-0 ante Emelec en el primer juego en fase de grupos por Copa Sudamericana y jugando muy bien, Danubio visitó a Guaraní y cayó 2-1 en Asunción después de haber dominado el primer tiempo y ponerse en ventaja.

Taco de Sebastián Fernández de espaldas al arco, Alejo Cruz —que venía lanzado en velocidad— se llevó el balón, invadió por derecha, puso el centro rasante para el medio y por allí llegaba, una vez más, Guillermo May. Definición justa para poner la pelota contra el palo y marcar el 1-0 de Danubio en su visita a Guaraní. Iban 41 minutos.

¿Sorpresa? No; al menos para quienes estaban observando el partido, porque el equipo uruguayo había sido superior, había manejado mejor el balón y sido más profundo. Fue, en todo caso, el desenlace adecuado del primer tiempo luego que los dirigidos por Esteban Conde generaran al menos cuatro llegadas claras, la primera cuando solo iban 2 minutos y la había protagonizado el propio May con un disparo cruzado.

Danubio se paró firme en Asunción, dispuesto a plantarle cara al elenco que tuvo a Rodrigo Muñoz en el arco, al paraguayo Walter Clar (ex-River Plate) en el lateral izquierdo y a Rodrigo López como entrenador. Nada de salir a cuidar el cero en el arco propio. Fue valiente, firme en su convicción de ser protagonista.

En el debe quedó la gran cantidad de oportunidades desperdiciadas para asegurar la victoria y ese fue un pecado capital, porque el local reaccionó en el complemento gracias a los cambios introducidos por el entrenador uruguayo y así el juego se volcó a campo uruguayo.

El experimentado Federico Santander empató de penal y el golpe de gracia lo dio un uruguayo. Sí, porque no hay peor cuña que la de un mismo palo Facundo Barceló (una de las variantes al inicio de complemento) definió en total soledad de cabeza en el área para marcar el 2-1 que fue definitivo.

Danubio salió derrotado, pero de pie y con la cabeza alta. Fue protagonista y si cayó fue por haber perdonado (algo que ya había hecho en el debut, aunque ya en los descuentos encontró el segundo gol) y porque dio la sensación de que Conde se demoró en hacer cambios, lo que hizo que el equipo terminara cansado y expuesto a recibir un tercer gol.

La Oral Deportiva.