La pregunta del título no es retorica, y se debe a una nota que salió en El País hace unos meses (creo que por mayo) en la que daba cuenta que nuevamente los recursos de amparo para acceder a medicamentos y tratamientos de alto costo superó los recursos presentados el año anterior.
Léase los de 2023 superaron a los de 2022.
Lamentablemente no es una situación nueva, ya que los recursos de amparo presentados en 2022 habían superado a los del 2021, que a su vez habían superado a los presentados en 2020, y así sucesivamente.
A raíz de esa misma notica recordé que en el anterior período de gobierno, el actual ministro de desarrollo social, Martín Lema lideró una campaña nefasta y ruin respecto a los medicamente de alto costo.
Según Lema, era básicamente un problema de mala voluntad (o falta total de empatía) negar el acceso a ciertos medicamentos y tratamientos de alto costo. Intentó por todos los medios instalar esa idea en la opinión pública.
Afirmo que fue nefasta y ruin, porque hay que tener pocos escrúpulos para hacer política partidaria con un tema tan sensible y delicado como el de los medicamentos de alto costo. Un problema que no solo afecta a los pacientes, sino también (y sobre todo) a sus familias y sus afectos más cercanos.
No pocas veces a la sociedad, cuando se realizan campañas solidarias para recaudar fondos que costeen algún tratamiento o medicamento.
Y la idea que dejaba deslizar tras esa campaña deshonesta, es que en caso de llegar al gobierno, se solucionaría el problema de los medicamentos de alto costo, porque se atenderían todas las solicitudes de medicamentos.
Pues bien, la realidad es siempre más testaruda, y parece que ahora la mala voluntad y la falta de empatía es del actual gobierno, dadas las cifras comentadas al principio…
Lo que sí cambió respecto al gobierno anterior, es que en el actual no hubo una oposición, ningún diputado ni senador, martillando permanentemente con este tema, ni haciendo politiquita de ocasión, ni pretendiendo ganar votos o minutos ni espacio en prensa.
Puede ser que sea un error por parte de la oposición no hacer política partidaria con este tema.
Pero estoy convencido que hay ciertos temas (los medicamentos de alto costo, la seguridad pública y la convivencia, las personas en situación de calle, la pobreza infantil, la violencia hacia mujeres y adultos mayores) que en la sensibilidad política, y especialmente de nuestro políticos, deberían estar por sobre cualquier debate/discusión del momento, o circunstancial interés electoral.
No creo que sea mala voluntad de este gobierno la existencia de estos recursos de amparo, como tampoco lo era mala voluntad del anterior.
La atención de la salud, y especialmente el acceso a ciertos medicamentos y tratamientos, es un tema político, y de alta política, porque es un tema de uso, acceso y distribución de recursos, y porque es un área en la que existen intereses privados muy fuertes detrás; especialmente de las empresas farmacéuticas, que usualmente fogonean, acá y en todo el resto del mundo, las solicitudes de amparo y demás recursos judiciales que interponen los pacientes y familias.
El problema del acceso a medicamentos y tratamientos de alto costo no es sólo un problema de Uruguay. Es un problema sanitario que existe y está instalado en todo el mundo, donde se ensayan diversas soluciones.
En el contexto latinoamericano, Uruguay es, desde hace varios años, el país que cuenta con una mayor cobertura de medicamentos y tratamientos, a través del Fondo Nacional de Recursos. No es perfecto, pero es mejor que nada.
Esperemos que nadie más lo vuelva a bastardear ni rebajarle el precio a éste debate.
