“Izquierda sin cultura no es izquierda” (Mariano Arana)
Tanto la descentralización como la regionalización deben analizarse desde el punto de vista de sus implicancias, alcances y resultados de una gestión política que se supone comprometida con su comunidad. La no tan reciente oleada de descentralización universitaria en las universidades latinoamericanas, sumado a los avances en las tecnologías de la comunicación, (mass media), y en los medios de transporte, trajo consigo nuevos debates respecto al sistema educativo y la sociedad en su conjunto. A raíz de ello es que resulta relevante generar indicadores educativos que puedan dar cuenta a su vez del proceso de descentralización y de regionalización que afectan a una comunidad. En consecuencia, el territorio no actúa como una mera variable contextual, sino que atraviesa aspectos de carácter social, económico, político y cultural tendientes a ser considerados por quien gobierne con el objetivo de reducir las inequidades en el acceso al sector educativo.
En este sentido, la Udelar planificó, en nuestro país, su descentralización desde un enfoque de regionalización territorial. Siendo pertinente considerar al año 2007 como hito que marca la etapa de descentralización en la que la Udelar se encuentra actualmente. Como antecedentes fundamentales están los Planes Estratégicos de Desarrollo de la Universidad de la República elaborados en los años 2000 y 2005, donde se expresa la voluntad explícita de impulsar esta política. En 2007, el CDC,(Consejo Directivo Central), de la Udelar aprobó un conjunto de resoluciones que implicaron un cambio de rumbo en el programa de desarrollo de la Udelar en el interior del país: la creación de instituciones autónomas, cogobernadas y distribuidas en el territorio nacional, la promoción de la radicación de docentes y el afianzamiento o creación de grupos de investigación en el interior, la implementación de programas de carácter regional, así como programas de formación específicos de alcance nacional. En esta línea, la Udelar creó instituciones en tres regiones: Centro Universitario Regional Litoral Norte, Centro Universitario Regional Este y Centro Universitario Regional Noreste, lo que implicó un total de 11 instituciones educativas en el norte y este del territorio nacional.
En virtud de los logros concretados pueden también, al unísono, identificarse ciertos desafíos, (pendientes o dignos de atención), en el campo de la educación terciaria en Uruguay, a saber:
- Atender a los diseños institucionales, tanto como objeto de evaluación como también en la conformación de instancias de participación y diálogo entre actores, las que deben contemplar la normativa consagrada constitucionalmente.
- Fortalecer el proceso de territorialización tanto en el sector público como privado, lo que contribuye a la formación de capital humano en todo el territorio nacional. Si bien existen antecedentes históricos en la materia, las reformas implementadas durante la última década han derivado en nuevos desafíos en el campo de la educación terciaria, que interactúan con algunas de las dimensiones aquí descritas.
- Colocar en agenda el estudio de trayectorias educativas atendiendo a las características sociodemográficas de quienes se incorporan a la educación terciaria es indispensable, por lo que sería deseable la implementación de instrumentos comunes de relevamiento de este tipo de información.
- Propender a la colaboración interinstitucional hacia la evaluación y el monitoreo de los procesos de enseñanza-aprendizaje. Para ello es necesario avanzar en la construcción de indicadores que contemplen las particularidades de las instituciones del sistema considerando aspectos tales como el tipo de provisión del servicio, su estructura académica, los ingresos, matrículas, actividades curriculares y egresos de los estudiantes, así como también la calificación del elenco docente, entre otros posibles ejes.
- En el ámbito curricular, colocar el foco en el estudiante. En este sentido, atender a la navegabilidad entre instituciones de educación terciaria, así como también a la complementación de la oferta curricular además de establecer mecanismos comunes de reválidas entre instituciones del sistema (por ejemplo, desarrollando un sistema de creditización común) bajo el principio de equivalencia razonable.
- Avanzar en el monitoreo del financiamiento de la educación terciaria atendiendo a principios de sostenibilidad, eficiencia y equidad económica.
En suma, este abordaje pretende ser un insumo para una discusión de la temática que cuente con la participación de la comunidad educativa, la sociedad civil, los partidos políticos y el gobierno nacional entre otros actores de relevancia. Se considera de particular interés una evaluación integral del sistema de ET a los efectos de poder optimizar recursos y prácticas institucionales. Para ello es necesario que los actores del sistema logren conocerse y reconocerse hacia la discusión y concreción del objetivo planteado.
Desde lo cultural, el Centro Universitario Regional Este, (CURE de Rocha), cuenta con una base considerable en términos de investigación, extensión y difusión pero, sin duda alguna, su impacto vinculado a la producción artística y a la dinamización del ecosistema cultural rochense, aun puede acrecentarse. Es decir, si fortalece su vínculo con el sector cultural, amplía su oferta de actividades y apuesta, además, por la creación de un centro de producción y difusión cultural, podría convertirse en un actor clave para el desarrollo del departamento, consolidándolo como un motor de transformación territorial a través de una gestión participativa, inclusiva y con visión de futuro.
Algunos posibles Ejes Estratégicos para esta Gestión podrían ser:
- A) Fortalecimiento Académico y de Investigación
Ampliación y diversificación de la oferta educativa, con carreras y cursos vinculados a las necesidades locales (turismo, ambiente, producción sostenible, gestión cultural, etc.).
Fomento de la investigación aplicada a la realidad departamental, promoviendo líneas de estudio en patrimonio, medio ambiente y desarrollo sostenible.
Creación de programas de intercambio y cooperación con universidades nacionales e internacionales. - B) Vinculación con la Comunidad y Desarrollo Territorial
Implementación de un plan de extensión universitaria que involucre activamente a estudiantes y docentes en proyectos comunitarios.
Generación de espacios de participación con la sociedad civil, organizaciones culturales y el sector productivo para definir prioridades de investigación y formación.
Promoción del CURE como un centro de referencia en debates públicos y generación de políticas para el desarrollo local. - C) Cultura, Arte y Patrimonio
Creación de un polo cultural dentro del CURE, con actividades artísticas, teatrales y de divulgación científica.
Fortalecimiento de la relación con el Teatro 25 de Mayo y otros espacios culturales, generando programación conjunta.
Impulso de proyectos que rescaten y difundan la identidad cultural de Rocha. - D) Infraestructura y Recursos
Gestión de mejoras en infraestructura para optimizar las condiciones de estudio e investigación.
Búsqueda de financiamiento a través de alianzas con el sector público y privado.
Digitalización y modernización de los procesos administrativos y académicos. - E) Perspectiva Inclusiva y Participativa
Creación de mecanismos de participación estudiantil y docente en la toma de decisiones.
Políticas de acceso y permanencia para estudiantes de sectores vulnerables.
Enfoque de género y diversidad en todas las políticas institucionales.
Autores como Clark Kerr y Burton Clark, han estudiado el papel de la universidad en la sociedad contemporánea. Su concepto de la “Universidad Expansiva” destaca la necesidad de que las instituciones de educación superior trasciendan la formación académica y se conviertan en motores de desarrollo local.
Desde esta perspectiva, el CURE de Rocha no debe ser solo un espacio de enseñanza, sino también un actor estratégico para el crecimiento social, económico y cultural del departamento. Esto se alinea con el enfoque de la “Tercera Misión” universitaria, que enfatiza la vinculación con la comunidad y el impacto en el entorno.
Siguiendo las recomendaciones de la UNESCO, las universidades deben desempeñar un papel activo en el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU, especialmente en lo referente a:
Educación de calidad; Trabajo decente y crecimiento económico; Reducción de desigualdades y Acción por el clima.
El CURE de Rocha puede contribuir a estos objetivos a través de la investigación aplicada, la educación inclusiva y la promoción de proyectos comunitarios que aborden problemáticas locales como el turismo sostenible, la gestión del agua y la conservación del patrimonio.
Por otra parte, el enfoque de Paulo Freire, sobre la educación popular y la participación comunitaria es fundamental en la gestión universitaria. Su concepto de educación dialógica plantea que el conocimiento se construye en interacción con la comunidad y que la universidad debe romper la lógica de “transmisión” para generar procesos de aprendizaje compartidos.
Aplicado al CURE Rocha, esto implicaría la necesidad de:
Programas de extensión universitaria que trabajen con comunidades rurales y urbanas.
Espacios de diálogo entre la academia y los actores locales.
Formación de estudiantes con conciencia crítica y compromiso social.
Autores como Boaventura de Sousa, han argumentado que la universidad debe fomentar la democracia participativa y el pensamiento crítico. Esto se refleja en la propuesta de incluir a estudiantes, docentes y la comunidad en la gestión del CURE de Rocha, asegurando que las decisiones respondan a las necesidades del territorio.
Desde el enfoque de la gestión cultural participativa, autores como George Yúdice y Néstor García Canclini, destacan que la cultura no debe ser solo entretenimiento, sino una herramienta para el desarrollo social y económico.
Esto justifica la creación de un polo cultural dentro del CURE de Rocha, que articule con el Teatro 25 de Mayo y otras instituciones para promover el acceso a la cultura y fortalecer así la identidad local.
La UNESCO ha promovido la idea de la cultura como motor de desarrollo sostenible, resaltando que la educación artística, el patrimonio y la creatividad pueden generar empleo y fortalecer el tejido social.
En Rocha, donde el turismo y la cultura son pilares económicos, el CURE puede desempeñar un papel clave en la formación de gestores culturales y el impulso de proyectos patrimoniales y artísticos.
Referentes como Manuel Castells han señalado que la globalización y la sociedad del conocimiento exigen universidades con infraestructura tecnológica avanzada. En este sentido, la propuesta de digitalización del CURE de Rocha procuraría modernizar la gestión académica, ampliar el acceso a la educación y facilitar efectivamente la investigación.
Esta mirada, (con alguna inevitable recurrencia teórica), respalda la propuesta de gestión del CURE de Rocha desde una perspectiva interdisciplinaria.
La universidad debe ser un espacio de conocimiento abierto, participativo y comprometido con su entorno. Integrando estos enfoques, se puede consolidar una gestión que no solo fortalezca la formación académica, sino que también impulse el desarrollo territorial, la cultura y la inclusión social.
