jueves, 21 de noviembre de 2024

Memento mori

El presidente inauguró en Rocha el Dispositivo Ciudadela, un avance positivo, mientras el exintendente Umpiérrez criticó el programa, tildándolo de insuficiente y atacando a sus trabajadoras. Asimismo, destacó su programa Venciendo Adicciones pero cayó en contradicciones. La falta de reacción de los políticos ante sus palabras reflejó impunidad y admiración ciega.

Ayer estuvo en Rocha el presidente de la República, inaugurando el Dispositivo Ciudadela en su modalidad diurna, y sin dudas es una muy buena noticia.

Lo paradójico, es que la semana pasada el exintendente Umpiérrez realizó las expresiones que pueden escuchar en el video que comparto. Las hizo en el contexto de la rendición de cuentas del final de su gobierno, ya que luego dejó el cargo para ser candidato a diputado.

En su exposición afirma que antes de Venciendo Adicciones (programa creado en su gobierno) “acá no había nada… había un Operativo Ciudadela, con una caja de zapatos, con unas fichitas, con 4 sicólogas que cobraban jugosos sueldos y que no hacían. absolutamente nada y veían a gente a veces una vez al mes”.

Para empezar por lo más leve, está la evidente contradicción entre la primera afirmación: “acá no había nada” para casi enseguida mencionar al “Operativo Ciudadela”. La cosa es clara: ¿había o no había? Y encima paya, porque además del Dispositivo (no “Operativo”) Ciudadela existían (y existen) las policlínicas de adicciones de ASSE y COMERO, además de grupos de Alcohólicos y Narcóticos Anónimos.

Se podrá decir que no eran suficientes y no daban abasto. Es una razón por la que puedo compartir. Sin dudas lo que había era insuficiente y era necesario algo más. Hace ya varios años que la problemática de las adicciones se ha convertido en uno de los temas más urgentes y urticantes del país y de las familias en todo el país y los servicios, en general, se ven desbordados por la demanda.

Pero eso nos lleva directo a la segunda contradicción: en la pasada campaña departamental, uno de los argumentos más repetidos para votar al Partido Nacional fue la “necesidad” de alinear al gobierno nacional con el departamental para generar una “alianza estratégica” entre los dos niveles de gobierno.

Pues bien, si ya existía el Dispositivo Ciudadela, ¿qué mejor oportunidad para generar esa “alianza estratégica” en un tema tan sensato? Los recursos mismos que se han volcado a Venciendo Adicciones pudieron haber volcado a fortalecer lo que ya existía. Sin embargo, el gobierno departamental resolvió RETIARLE el apoyo que se le daba al Ciudadela desde la Intendencia (básicamente el alquiler del local) demostrando que aquella necesidad que sostenían en campaña, en realidad era un lema vacío de contenido.

Pero de todo lo que dice, lo que realmente me resultó indigno de un intendente, es el ninguneo, la forma despectiva de referirse a las técnicas del Dispositivo Ciudadela y su trabajo. Afirma, con absoluta liviandad, que “cobraban jugosos sueldos” por no hacer nada. Me pregunto: ¿quién es él para afirmar que los sueldos de esas técnicas eran “jugosos”?, ¿contra qué sueldos los compararon?, ¿qué criterio metodológico o técnico de uso para afirmar que “no hacían nada”?, ¿desde cuando, además? de abogado, es experto en terapias de adicciones?…

Conozco a dos de esas técnicas. De una soy amiga y compartimos ámbito laboral en el pasado. Me consta la seriedad, compromiso y responsabilidad con la que trabaja.

Ningunear de esta forma el trabajo de unas técnicas, que no son ni dirigentes políticos ni estaban aquella noche en la Junta para poder defenderse, sino que simplemente son unas TRABAJADORAS… es una actitud miserable.

Desmerecer el trabajo ajeno, para sacarle brillo al propio, además de miserable, es una estrategia mediocre, cobarde. Y el intendente (ex-intendente ahora) se sumergió, con total alegría y convicción en ese fango. Sin ninguna necesidad.

Un político con su enorme cultura, con su gran capacidad intelectual, y sobre todo con su facilidad de palabra; no precisaba envilecerse tanto para presentar y defender Venciendo Adicciones. Estaba exponiendo los logros de su gobierno sin que nadie lo interrumpiera. El debate con los ediles no se había abierto.

En realidad, ahora que lo pienso, lo peor de todo no es su comentario sobre las técnicas… Lo peor es que aquella noche dijo esa barbaridad, sin que causara la más mínima reacción, ni por parte de los ediles de la oposición. ni de los oficialistas.

Tal vez ahí radique el problema: sólo puede hacer una afirmación tan ruina, una persona que esté convencida de que es impune, que puede decir y afirmar lo que se le venga en gana, porque detrás tiene un séquito de aduladores e idólatras que lo van a aplaudir, pase lo que pase y diga lo que diga.

Porque en definitiva, no tiene a nadie a su lado que le repita “memento mori”: recuerda que eres mortal…

Rodrigo Tisnés.

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